Cómo durante mi estancia en Cuba tuve muy difícil contar todo lo que veía, ahora intentaré ir explicando poco a poco e ir subiendo fotos. Para empezar, el campamento: así era el lugar en el que dormíamos, comíamos y asistíamos a las conferencias.
El Campamento Internacional Julio Antonio Mella (CIJAM) esta situado en el municipio de Caimito, a unos 20-30 kilómetros de La Habana. Las habitaciones consisten en 2 camas y dos literas para 6 personas. En mi habitación estábamos tres catalanes, dos turcos y un suizo. Los baños y las duchas son comunitarios con la particularidad que el agua de la ducha sale fría siempre y los baños son agujeros en el suelo al estilo árabe. Todo es acostumbrarse!
Los días que teníamos que trabajar nos levantábamos a las 5:45 para ir a desayunar. El desayuno, la comida y la cena se realizaba en el comedor comunitario.
El menú era muy bueno aunque poco variado. El desayuno consistía en dos trozos de pan, un huevo duro y para beber zumo de guayaba y leche con chocolate (cola-cao) o café. Para comer teníamos moros y cristianos (arroz con frijoles negros), sopa, patata o boniato y ropa vieja (carne de vacuno deshebrada) o pollo. Para cenar lo mismo. La variedad estaba, eso sí, en la fruta: mango, piña, guayaba, plátano...
También en el campamento hay un bar en el que quiera puede comprar helados y bebida. Justo enfrente del bar hay un escenario y unas mesas y sillas para tomar algo mientras se escucha la música.
El campamento tiene también un campo de fútbol (con el césped hasta los tobillos), una pista de baloncesto y otra de voleibol, una biblioteca y una sala de Internet. La sala de Internet tiene 6 ordenadores conectados a Internet que abre de 19h a 23h. Aunque el margen para permanecer en un ordenador es de 15 minutos máximo, yo (y todos) casi siempre lo superaba...
En definitiva, el campamento es un lugar muy acogedor. También hay que decir que la gente que trabaja en él realiza un trabajo impresionante para que sea así.
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